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10 maneras en las que los supermercados nos manipulan para comprar

1. Ubicación de los artículos en los estantes

Los productos que más interesa vender a los supermercados están colocados a la altura de los ojos del cliente. Las marcas más caras ocupan la parte superior de las estanterías, mientras que las más económicas están en la parte inferior. Además, Los productos destinados al público infantil, como los cereales, están colocados a la altura de los ojos de los más pequeños para que estos puedan pedirlos.

2. Una estructura manipulada

La mayoría de las tiendas de comestibles están diseñadas para que encontremos los productos sanos casi al principio del recorrido. Los aperitivos, chocolates y snacks suelen encontrarse en las estanterías del final. Esto sirve para que los clientes que han cogido cosas sanas se sientan justificados a la hora de tomar la comida menos saludable. Distribuyen estratégicamente los productos esenciales para que los compradores tengan que pasar por todos los pasillos.

3. Pasillos estrechos

Incluso cuando un pasillo no está lleno de clientes, a veces resulta prácticamente imposible maniobrar nuestro carro para dar la vuelta. Esto obliga al cliente a continuar a lo largo del pasillo y dar la vuelta en el extremo opuesto 4. Compras a granel Las tiendas quieren que pensemos que estamos ahorrando dinero mediante la compra de más cantidad de un producto, como el famoso tamaño familiar.

5. Seguimiento a través de las tarjetas de compra del supermercado

Muchos supermercados incluyen una tarjeta de compra con la que podremos beneficiarnos de sus descuentos exclusivos. Lo que muchos no saben es que cuando pasamos esta tarjeta por caja, le estamos dando información al supermercado de todo aquello que compramos. Información que utilizan para ver la efectividad de sus promociones y su estrategia.

 

6. Muestras gratuitas

A todos nos gustan las cosas gratis, pero hay que tener en cuenta que suelen exponerse a las horas en las que los clientes puedan sentir hambre. Además de ralentizar nuestra compra, pueden provocar que al final acabemos comprando un producto que no teníamos en nuestra lista.

7. Ventas falsas

En algunas ocasiones se publicitan artículos que en realidad no están a la venta. También se ponen precios en grandes carteles para que pienses que estás llevándote una buena oferta, cuando en realidad, si prestás atención, muchas veces el precio no es distinto del habitual.

8. Frutas y verduras ya cortadas

Claro que es mucho más fácil comprar una bolsa de ensalada ya cortada y mezclada pero se ha estos productos suelen salir mucho más caros que los artículos enteros.

 

9. Productos de las cajas

Los supermercados ponen los productos de compra por impulso como caramelos, chicles, etc., al lado de las cajas, de tal forma que mientras estamos esperando la cola durante un buen rato, nos da tiempo de sacar algo.

10. Llovizna en los productos frescos

Los productos frescos deberían ser solo eso, frescos. En muchos supermercados es habitual encontrarse con que muchos estantes pulverizan con agua las verduras, para dar la impresión de que estamos recibiendo el producto más fresco del mundo.


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