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Qué alimentos se pueden consumir después del vencimiento y cuáles no

A todos seguramente nos ha pasado de estar en nuestra casa, tener hambre, abrir la heladera, elegir un alimento, mirar —por las dudas— la etiqueta y descubrir que ya ha pasado su fecha de vencimiento.

Llegado ese momento nos debatimos entre comerlo de todos modos o tirarlo con mucho dolor a la basura.

Existen alimentos que si se consumen algunos días después de la fecha marcada en el envase no presentan riesgos para la salud mientras no estén abiertos ni tengan signos de deterioro, aunque puede ser que no tengan ni el sabor ni la textura original.

Este es el caso de las pastas secas y las legumbres, que se pueden consumir incluso unas semanas fuera de la fecha de consumo preferente, aunque son fundamentales las condiciones de almacenaje.

 

Lo mismo ocurre con las papas fritas envasadas y los frutos secos. En el caso del pan de molde el elaborador garantiza que mantiene el aroma, sabor y textura hasta la fecha de consumo preferente por lo que, pasada esta fecha, seguramente no presentarán riesgos para la salud, pero ya no tendrán la misma textura ni sabor.

Hay dos tipos de alimento con los que hay que tener especial cuidado y respetar siempre su fecha de vencimiento: la carne y el pescado.

Además, estos alimentos deben ser conservados a la temperatura adecuada ya que incluso pueden causar intoxicaciones antes de que se cumpla la fecha de caducidad.

Asimismo, los expertos coinciden en afirmar que los alimentos que se mantienen refrigerados (excepto los yogures), no se deben consumir una vez pasada la fecha de consumo preferente.

 

¿Qué pasa con los huevos? Nunca se deben consumir pasada la fecha de vencimiento y hay que estar atentos a su aspecto: “Si el huevo tiene un olor extraño, la yema tiene un tono un poco más verdoso de lo normal, o está sucio por fuera, mejor no consumirlo”, recomiendan los especialistas.

Por otro lado, hay alimentos que no tienen ni fecha de vencimiento, ni fecha de consumo preferente, como por ejemplo: las bebidas alcohólicas con una graduación superior a un 10% del volumen, las frutas y hortalizas frescas, el vinagre, la sal y el azúcar.

Si bien estos alimentos no nos obligan a estar atentos a fechas precisas, eso no quita que se deterioren después de un tiempo y que también haya que conservarlos en buenas condiciones para que se prolongue su vida útil.

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